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Fichas y juegos interactivos

El grito de Edvard Munch

Aquí te presentamos un juego de preguntas y respuestas sobre El grito, una de las obras de arte más famosas del mundo, situada al mismo nivel de importancia que La Giogonda de Leonardo Da Vinci. Antes de jugar al juego de preguntas y respuestas te recomendamos que te leas el texto situado debajo del juego.

¡También podrás jugar al puzzle de El grito en este enlace!

Juego de preguntas sobre El grito de Edvard Munch

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Emoticono inspirado en El grito de Edvard Munch

Te acuerdas perfectamente de este emoticono, ¿verdad?

Lo has visto y seguramente usado muchas veces.

Lo utilizamos en los chats, como en el WhatsApp para indicar que algo nos ha asustado, nos ha asombrado o nos ha llenado de pánico. Sin duda, este emoticono, se ha diseñado a partir de una de las más grandes obras de arte de la pintura.

La obra de arte se llama El grito y su autor es el noruego Edvard Munch (1863-1944).

Su arte se llama expresionismo y a través de El grito quiso expresar la angustia, la desesperación, el tormento y el horror que puede experimentar el alma, seguramente su propia alma, pero también quizás la de cualquier ser humano.

Por ello se la considera una obra atemporal, porque puede muy bien reflejar la angustia humana que podemos vivir en la sociedad actual. El personaje central de El grito es una imagen andrógina, con rasgos corporales ambiguos, puede ser un hombre o una mujer, porque lo que importa en el expresionismo, no es reflejar la realidad física como si de una fotografía se tratara, sino las emociones y los sentimientos del alma.

El grito que en noruego se llama Skrik es el título no de un cuadro, sino de cuatro obras de arte cuyo autor es el noruego Edvard Munch.

Aquí tienes las imágenes de las 4 versiones del grito:

Las cuatro versiones de El grito de Edvard Munch
Las cuatro versiones de El grito de Edvard Munch
Placa conmemorativa de El grito, en la colina Ekeberg porque fue el lugar que pintó Edvard Munch en su obra

Debes de saber que la más famosa es la de arriba a la izquierda que fue completada en 1893 y se encuentra en la Galería Nacional de Noruega situada en su capital, Oslo. Edvard Munch la pintó en Niza y se ha convertido en su obra más famosa.  Se ha identificado el lugar que Edvard Munch pintó en El grito.

Es Valhallveien, un camino en la colina Ekeberg (Ekeberg Hill) en Oslo. En este lugar se ha puesto una placa recordando la obra de Munch.

Posible influencia de una momia para la figura central de El grito

La momia peruana en la que posiblemente se inspiró Edvard Munch para su obra El grito

Robert Rosenblum, historiador de arte neoyorquino, señaló que posiblemente Edvard Munch se inspiró para El grito en una momia peruana que vio en París, concretamente, en el Museo Etnográfico de Trocadéro.

Sin duda, vemos mucho parecido entre la momia y la figura de El grito y ambas representan la angustia, el dolor del alma, la desesperación y el miedo.

Edvard Munch, describe su inspiración para el cuadro El grito a una situación que escribe primero en su diario y después en un texto en el marco de la tercera versión del cuadro, la que pertenece a un coleccionista privado y este texto dice:

“Caminaba con dos amigos en el sendero – cuando de repente se puso el sol y el cielo se puso color de sangre, me detuve y me apoyé en una valla – sobre el fiordo negriazul y la ciudad se veían sangre y lenguas de fuego. Mis amigos seguían caminando y yo temblaba de miedo y sentí un grito infinito atravesando la naturaleza.”

La versión de El grito de un coleccionista privado

La version El grito en manos privadas

La verisión de El grito, en el que uno de los hombres del fondo apoyado en la valla mira hacia abajo, fue pintada en 1895 y pertenece a un coleccionista privado, consiguiéndola en una subasta realizada Sotheby’s, en Nueva York por 119,9 millones de dólares (91,24 millones de euros).

Leon Black es el nuevo propietario de la versión de El grito de 1895, y el propietario antecesor fue Petter Olsen.

El padre de Petter Olsen, fue vecino y amigo de Munch. Petter Olsen declaró en el Financial Times que “es un cuadro demasiado importante para tenerlo en casa. Debería poder verlo más gente”.

Shotheby’s es una casa de subastas, principalmente de obras de arte, que, aunque fue fundada en Reino Unido, se extiende internacionalmente y cuenta con oficinas y sedes en las principales capitales del mundo, como Nueva York, Madrid, París, Milan, Toronto, Hong Kong…

Las otras dos versiones del grito de abajo se encuentran también en Oslo, pero en otro museo, concretamente en el Museo Munch de Oslo. La de abajo a la izquierda es de 1910 y la de la derecha es también de 1893.

El nuevo Museo Munch

Nuevo Museo Munch en Oslo

Al principio el Museo Munch se encontraba situado en Tøyen, en el barrio de Gamle Oslo.

Pero el nuevo museo Munch, que ha sido diseñado por la fima española Estudio Herreros Arquitectos, es mucho más grande que su antecesor y cuenta con 13 plazas. Se encuentra muy cerca de la nueva Opera de Oslo.

Como vemos el museo tiene el nombre del apellido del autor del cuadro, por lo tanto, es un museo creado para albergar las obras de Edvard Munch.

Las obras fueron donadas por Munch antes de morir. También alberga obras del autor donadas por su hermana Inger Munch y otras que fueron compradas posteriormente.

Hay que decir, que además de las 4 versiones de El grito, también realizo una litografía en 1895.

Qué nos transmite, qué nos dice El grito de Edvard Munch

Litografía de El grito de Edvard Munch

Cuando vemos la obra El grito nos impacta, nos atrae, nos absorbe esa expresión de horror que muestra el personaje central. Sin duda muestra desesperación, angustia, miedo….

El grito es una de las obras de arte más conocidas que existen en el mundo y además se le considera como una figura que representa nuestra sociedad actual.

La figura central no grita, siente el horrible grito que le asusta

Tenemos que saber que el cuadro no quiere representar una figura que grita, sino que el personaje está realmente horrorizado por un terrible grito que siente, quizas lo oye desde su más profundo interior, pero no es el que grita.

La figura central del cuadro se asusta del grito, pero no grita, por ello se tapa lleno de espanto los oidos.

Arte expresionista

Debemos de saber que Edvard Munch realiza arte expresionista.

Es decir, él no quiere pintar las cosas como realmente se ven, como si se tratara de una fotografía, sino que quiere expresar en su pintura las emociones, los sentimientos… y en su obra El grito, quiere expresar la angustia, el miedo, el horror que puede llegar a sentir el alma.

A Edward Much y su obra se le relaciona con Leonardo Da Vinci, en el sentido de que para Da Vinci el cuerpo humano era su tema principal, y sin embargo para Munch, el alma con sus emociones y sentimientos, era su objeto principal de expresión en sus pinturas. Por eso se dice que El grito de Edward Munch tiene tanto valor como la Gioconda de Leornado Da Vinci.

Los elementos que aparecen en el cuadro El grito

Los elementos que podemos encontrar en El grito
Los elementos que podemos encontrar en El grito

Con la imagen de la versión El grito de 1895, la que pertenece a un coleccionista privado, podemos señalar los siguientes elementos:

  1. Es el personaje central, el que da nombre a la obra, el que da toda la fuerza psicología al cuadro, el que expresa todo su horror, desesperación y angustia, el que atrae toda la atención al principio del espectador y el que absorbe toda su atención. Es una figura andrógina en la que no importan sus rasgos físicos humanos, sino toda la energía psicológica que transmite.
  2. Los otros dos personajes. A diferencia de la figura central, los otros dos personajes, llevan sombrero. En esta versión de El grito de 1895 uno mira hacia abajo apoyándose en la valla.
  3. La valla que separa el camino que siguen los personajes del resto de los elementos del cuadro: la bahía, el cielo, las colinas y el edificio.
  4. Barcos: se observan según las versiones uno o varios barcos con diversos mástiles
  5. Edificio: seguramente se trata de la Catedral de Oslo
  6. La colina Ullernkollern
  7. La colina Holmenkollen
  8. Una parte del fiordo de Oslo, formada por la bahía de atrás llamada Bjørvika y la bahía delantera llamada Bispevika
  9. El camino Valhallvein en la colina Ekeberg, en Oslo, Noruega. Allí hay que ir para estar en el lugar exacto que pintó Edvard Munch.
  10. El cielo, con una puesta de Sol. Los colores sugieren que Edvard Munch quería representar seguramente una puesta de Sol.

La vida atormentada de Edvard Munch

Edvard Munch
Edvard Munch

Edward Munch tuvo una vida atormentada.

Tuvo que vivir dos muertes prematuras de seres muy queridos por tuberculosis: su madre cuando tenía 5 años y su hermana Sophie cuando tenía 14.

A otra de sus hermanas le diagnosticaron una enfermedad mental y su hermano también murió. Todos estos tormentos impactarían seriamente sobre él, definiendo su obra y por ello aparecen de forma reiterada en sus pinturas, la muerte, la desesperación, el horror, la angustia, la soledad, el envejecimiento…

Una prueba de su angustiosa vida es que una vez escribió: «La enfermedad, la locura y la muerte fueron los ángeles negros que vigilaron mi cuna y me acompañaron toda mi vida».

Además, Munch sufría de una enfermedad crónica que lo mantuvo alejado del colegio y aislado durante gran parte del invierno. La pintura era una puerta emocional al dolor que sentía su alma.

Los problemas de Munch le hiciero sufrir problemas de salud mental, y en 1908, tras experimentar alucinaciones y un ataque de nervios se inscribió en una clínica donde estuvo en tratamiento durante 8 meses.

Después regreso a su hogar y su pintura experimentó una evolución positva, siendo sus pinturas más optimistas y mejor acogidas por el público.

La desesperación, un cuadro muy similar a El grito

En 1892, un año antes de pintar El grito, Edvard Munch pintó La desesperación, en una escena muy similar, de la que existen estas tres versiones.

La primera imagen es un boceto. La imagen de en medio se considera “La desesperación”, y la imagen de la derecha, la segunda versión del La deseperación. Sin duda el artista estaba muy cerca de poder crear su gran obra maestra: “El grito”.

Acontecimientos y más curiosidades de El grito

Los robos de El grito

El primer robo fue el 12 de febrero de 1994. Robaron El grito de 1893, el que se considera más importante; el situado en la Galería Nacional de Oslo.

Realizaron la operación en 50 segundos y dejaron una nota que indicaba, “Gracias por la falta de seguridad”. Los ladrones se pusieron en contacto con el Gobierno de Noruega para pedir por la devolución de la obra de arte un millón de dólares. El gobierno no aceptó.  

El 7 de mayo la policía noruega haciéndose pasar por comerciantes de arte y en colaboración con Scotland Yard y el museo Getty, recuperaron la pintura.

El segundo robo de El grito se efectuó el 22 de agosto de 2004 en el Museo Munch. Se llevarón la versión de debajo de la izquierda en la primera imagen del presente artículo.

También se llevaron la Madonna del mismo autor. El 31 de agosto de 2006, dos años más tarde, se recuperaron ambas obras.

El grito sufrió daños en la parte baja de la pintura a causa de la humedad, también tiene pequeños cristales incrustados que no se han atrevido a quitar por miedo a dañar más la obra.

«Arte degenerado» para los nazis

Los nazis etiquetaron las obras de Munch como “arte degenerado” y confiscaron 82 piezas de los museos alemanes. Se han devuelvo 71 obras por coleccionistas, pero 11 no han podido recuperarse.

El grito fue expuesto por primera vez en 1983 junto otras piezas con el título Amor

El cuadro El grito fue expuesto por primera vez en 1893, como parte de un conjunto de seis piezas titulado Amor. Un crítico consideró que El grito resultaba tan perturbador que dio el consejo de que las mujeres no acudieran a visitar la exposición.